Pequeños Cronistas del Presente: Cartolibros para la Memoria de Nuestro Entorno

En el corazón de la labor del cronista yace la invaluable tarea de salvaguardar la memoria de una comunidad, registrando no solo los grandes acontecimientos, sino también esos detalles que dan vida a los lugares y a las experiencias.

Inspirados en esta noble labor, en la sesión de este martes 20 de mayo del año 2025, se llevó a cabo el tercer taller que guía a un grupo de niños a convertirse en sus propios cronistas, utilizando una herramienta tan antigua como la narración misma, pero plasmada en imágenes: el dibujo. Esta iniciativa se enfoca en profundizar la conexión personal de cada niño con su entorno a través de la expresión artística.

La jornada comenzó con un ejercicio de recuerdo. Se invitó a los pequeños exploradores a rememorar la salida que habían realizado en una sesión anterior, aquella donde buscaron “tesoros escondidos”. Se les preguntó qué lugares visitaron, qué les llamó más la atención y si alguna historia o sensación particular resonaba aún en su memoria. Para refrescar esos vívidos recuerdos, se pudieron mostrar fotografías tomadas durante la exploración y se les animó a comentarlas. Además, se les pidió que repasaran los dibujos que habían hecho en sus cuadernos durante esa salida previa.

El núcleo de la actividad consistió en la creación de “Dibujos de Recuerdo”. La consigna fue clara y emocionante: dibujar de forma más elaborada uno de los temas explorados, aquel que más les hubiera gustado o del que tuvieran un recuerdo particularmente fuerte. Se les animó a ser detallistas, a incluir los colores, las formas y cualquier elemento que consideraran importante de ese espacio. Incluso, se les ofreció la posibilidad de usar elementos recolectados en la exploración, como hojas o piedras, ya sea como inspiración o incorporándolos directamente en sus creaciones. Mientras sus pequeñas manos daban vida a los trazos, el doctor Sergio Francisco Chapela Preciado, en su calidad de instructor y facilitador se acercaba a cada niño para conversar sobre su dibujo, preguntando qué representaba y por qué lo habían elegido. Este acompañamiento no solo guiaba, sino que fomentaba una profunda reflexión sobre su experiencia y el significado que cada lugar tenía para ellos. El enfoque buscaba valorar la interpretación individual de cada tema, permitiendo que plasmaran sus propias percepciones y emociones. La lentitud y la atención al detalle fueron aspectos importantes en este proceso, buscando que se sumergieran realmente en sus recuerdos y los tradujeran en imágenes llenas de significado.

El momento de compartir llegó una vez que la mayoría de los cartolibros estuvieron listos. Cada niño tuvo la oportunidad de mostrar su “crónica visual” ante el grupo, contando un poco sobre el lugar representado y explicando por qué era importante para él o ella. Preguntas como “¿Qué historia crees que tiene este lugar?” o “¿Qué te hace recordar?” guiaron la conversación1. Se cultivó un ambiente de respeto y escucha activa, fundamental para valorar cada testimonio.

Para finalizar, se guio una reflexión que conectó directamente la actividad con el rol del cronista. Se destacó cómo, a través de sus dibujos, habían encontrado una forma personal y efectiva de “guardar” sus recuerdos de la exploración, emulando la labor de los cronistas al conservar la memoria de lugares y acontecimientos. Se les explicó que sus dibujos son, en esencia, pequeñas “crónicas visuales” de su experiencia, testimonios únicos de su visión particular de la realidad. Se anticipó, además, que en una futura sesión podrían dar un paso más, escribiendo o contando historias basadas en estos mismos temas dibujados.

Así, mediante lápices, colores, marcadores y pinturas, estos pequeños se inician en el fascinante camino de la crónica, aprendiendo que preservar la memoria del entorno y de las experiencias personales es una forma valiosa de habitar y comprender el mundo. Cada Cartolibro se convierte en un testimonio único de su experiencia, similar a cómo un cronista plasma su visión particular de la realidad.

Los demás integrantes del equipo, la señora Eli Fregoso, el doctor José Luis Márquez Figueroa, el instructor doctor Sergio Francisco Chapela Preciado y el doctor José Salazar Aviña dieron por terminado esta tercera sesión citándose para la cuarta sesión con fecha de martes 27 de mayo, en el mismo lugar y a la misma hora.

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